La miel es un alimento producido por las abejas de la especie
denominada "Apis mellifera" o "abejas meliferas", estos
insectos forman parte de una comunidad y son criadas por el hombre en colmenas
cuidando las dimensiones y condiciones adecuadas para favorecer que éstas
fabriquen la mayor cantidad posible de mieles y de la mejor calidad. Los
enjambres están compuestos por miles de abejas, cada una con una misión que
permite diferenciarlas en varias clases: La abeja reina, que es única, su
función es procrear y solo es fecundada una vez; las abejas obreras que son las
que recolectan el néctar lo llevan a la colmena y fabrican miel, cera, jalea; y
los zánganos cuya misión solo es fecundar a la reina y luego son expulsados o
eliminados. La colmena elige a la futura reina, a las que serán obreras y a los
zánganos: los zánganos nacerán de huevos sin fecundar, las obreras se
alimentarán de miel y polen más una dieta pobre de jalea, mientras que la
futura reina se alimentará fundamentalmente de jalea real.
Las abejas obreras cambian de función según su edad: las más
jóvenes se dedican a la limpieza, después crían larvas, a continuación reparan
o construyen panales, luego pasan a almacenar polen y miel en celdillas y posteriormente
defienden la colmena. Cuando consiguen la capacidad de volar es cuando pasan a
ser recolectoras y salen a recoger el néctar con el que fabricarán la miel y el
agua para regular la temperatura y humedad de la colmena dedicándose a esta
labor sin descanso desde que tienen 22 días hasta que mueren. Son estas abejas
las que inician la elaboración de la miel junto a la planta, la miel es un
alimento cuya preparación comienza en la planta, la cual produce el néctar
principalmente en la base del interior de la flor; de esta forma, ésta consigue
que los insectos polinicen la planta cuando se introducen para recoger el
néctar. La recolectora, para la elaboración de las mieles, guarda el néctar
recolectado en "el buche" durante un tiempo transformando la sacarosa
que contiene la miel en glucosa. Al regresar al panal saca el néctar y se lo
pasa a otra compañera (esta vez una obrera) que lo guarda en su buche. La abeja
obrera alarga la trompa y saca una gotita de miel manteniéndola unos segundos
en el exterior, después la vuelve a guardar y saca otra gotita para repetir
este proceso de 80 a 90 veces para eliminar parte del agua y así convertir con
sus enzimas el néctar en miel.
Sin embargo, esta miel aún no ha finalizado su elaboración;
debe madurar y eliminar agua, para lo cual las obreras introducen en una celda
la gotita y la extienden haciendo que esté lo más expuesta al aire posible. La
colmena de encuentra a unos 35º C aproximadamente, lo cual colabora a
deshidratar esta miel “inmadura” junto con la entrada de aire fresco forzada
por las abejas con el batir de sus alas. Terminado el proceso de
deshidratación, la mezcla habrá perdido un 80% del agua. Las abejas van
llenando las celdas con las gotas de miel que han deshidratado en otros
compartimentos y cuando éstas se llenan las tapan con una capa de cera virgen,
lo que también se denomina “opercular”. Este proceso finaliza la parte de la
fabricación de la miel destinada a las abejas.
Además de néctar las abejas también recolectan polen, el cual
humedecen con el néctar y lo transportan en sus patas en forma de bolitas. Una
vez en la colmena otras abejas obreras deshacen las bolitas y las prensan con
miel para su conservación. Sin embargo, hoy en día las colmenas disponen unas
piezas que llevan unos pequeños agujeros por los que han de pasar las abejas,
cuyo tamaño hace que a estas recolectoras se les caiga el polen a unas bandejas
que hay en la parte inferior para ser recolectado por el apicultor.
Las abejas van introduciendo en celdillas aquellas gotas de
miel que se encuentran con un grado de humedad óptimo y cuando la celda está
llena de miel la tapa con cera de forma que se conserve intacta. La extracción
de la miel se realiza cuando los panales están operculados, es decir, cuando la
miel está “madura”. A este proceso se le llama “desopercular” y consiste en
cortar con un cuchillo especial la tapa de las celdillas (también llamada
"opérculo") para hacer que la miel salga o bien pasar un cepillo
especial que abre los opérculos. Los panales se colocan en el interior de unos
recipientes donde se extrae la miel por medio de un proceso de centrifugado de
forma que los panales queden limpios para que las abejas vuelvan a
utilizarlos. Una vez se extrae la miel, se filtra y se deja reposar para
después decantar estas mieles de forma que se puedan eliminar todas las
impurezas antes de su envasado.
Otro método de extracción de la miel es el prensado que
consiste en meter los panales en una prensa, lo cual extrae la miel junto con
otras impurezas como el polen, obtiene más cera y destruye además los panales,
por lo que hoy en día apenas se utiliza. La miel industrial, a diferencia de la
miel artesanal, se somete a la pasteurización para conseguir que ésta no se
cristalice, cuyo proceso consiste en calentar la miel hasta unos 80º C para su
conservación, sin embargo esto también reduce la calidad de la miel porque se
destruyen la mayoría de enzimas, antioxidantes y otros beneficios como su
acción anti-bacteriana. Las mieles elaboradas en el Bajo Aragón son mieles
totalmente naturales, que no han sido adulteradas ni pasteurizadas logrando con
ello la conservación de todos sus beneficios y propiedades; la cristalización
de estas mieles es símbolo de esta pureza, lo cual garantiza a su vez una
optima conservación.
muy interesante
ResponderEliminarHola Fernando
ResponderEliminarExcelente resumen, muy bien explicadas las técnicas.
Saludos,
GC.